Mango sale al paso de error de traducción
Al la soflama de “»L’esclavage n’est pas un «style » “, «La esclavitud no es moda» la actriz francesa Aissa Maiga, la ex miss Francia Sonia Rolland y la periodista Rokkaya Diallo, consiguieron la adhesión de miles de personas en contra del lanzamiento de la nueva colección de pulseras y collares de la firma española en Francia, tildándola de racista.
Dos organizaciones antiracistas SOS Racisme y Cran pidieron públicamente la retirada de la colección de la firma de pret a porter a quien el error le ha costado incuantificables costes en forma de menores ventas, gastos de gestión de crisis en los medios y una lesión a su imagen en la percepción del consumidor.
Un error de traducción de la palabra española “esclava”, referida a una pulsera por el término francés “style esclave”, en lugar del que hubiera sido correcto “tressé”, fue el causante del revuelo que ha significado una muy mala forma de lanzar una campaña comercial en Francia de la firma española.
Percepción de riesgo y responsabilidad
En España los traductores e intérpretes tienen una escasa percepción del riesgo de su actividad. El titular del post de hoy viene a poner de manifiesto que esta responsabilidad existe y que no es precisamente pequeña.
Haría bien Mango en demandar a la empresa a quien encargó la traducción por los daños y perjuicios que el error ha causado.
Protección del riesgo y tranquilidad
Afortunadamente la conciencia de reclamación en España no es muy elevada, y es posible proteger la responsabilidad civil profesional de un traductor e intérprete por poco dinero a través de un seguro de responsabilidad civil profesional.
Internet ofrece hoy posibilidad a los traductores de protegerse con un seguro de responsabilidad profesional de traductores.