La incertidumbre en el aseguramiento con ASEMAS (Primera Parte)

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La antaño vanagloria de Asemas en entredicho

La estrategia de retención de Asemas de sus asegurados siempre ha sido diferenciarse  del mercado de seguros a causa de su compromiso por mantener el aseguramiento de sus mutualistas.

Pero este compromiso está ahora en entredicho. Como muestra de la preocupación del sector puede leerse Demarcación de Lanzarote del Colegio Oficial de Arquitectos de Canarias, o este artículo del Confidencial: La mutua de los arquitectos les asfixia con el seguro ante la caída de obras.

¿Por qué ahora Asemas ha cambiado su promesa fundamental? Porque le obligan las circunstancias. Falta de ingresos a causa de la caída de primas por obra (DROs), y mantenimiento de un elevado nivel de siniestralidad por el diferimiento de las reclamaciones respecto del término de las obras que las originan.

Como resultado, Asemas lleva reaccionado varios años mediante mecanismos  perjudiciales para los arquitectos que verdaderamente tienen trabajo, algunos de los cuales pasan desapercibidos ocultos tras el llamativo incremento de primas. ¿Cuáles son éstos?

  • El ya mencionado aumento de las primas. Sí, es cierto que Asemas ha hecho un esfuerzo de comunicación por transmitir que a gran parte de los mutualistas se les han disminuido las primas, pero de poco importa esto si quienes verdaderamente están trabajando y facturando, están viendo incrementadas las suyas desproporcionadamente a la disminución de ingresos consecuencia de la crisis del sector.
  • El más importante capítulo de eliminar de muchos contratos la cláusula de renovación tácita. Sin esta cláusula las posibilidades de perder las aportaciones o primas ya realizadas por DROs caso de que Asemas no quiera renovar, son ciertas, y contrarias al principal argumento de defensa de Asemas frente al sector asegurador de libre mercado.Este apartado es a nuestro juicio el más importante de todos, porque, al constituir un cambio filosofico del aseguramiento tradicional en Asemas, traslada al arquitecto la incertidumbre de no saber cómo se comportará su seguro a la siguiente anualidad, y consecuentemente le infunde temor y le impide defenderse de subidas de primas decididas por parte de Asemas, con excasa o nula justificación para el mutualista.Asemas y su presidente hicieron público en 2010 un comunicado en respuesta a la ‘campaña’ de la Asociación de jóvenes arquitectos de Madrid, en que se refería a este aspecto como elemento diferenciador respecto del mercado. Decia aquel comunicado, para sonrojo ahora de sus redactores, como una ventaja frente a la competencia:Las pólizas de la compentecia dicen en cuanto al ámbito temporal: quedan cubiertas las reclamaciones aseguradas y notificadas durante la vigencia de la póliza. El exigir la notificación durante la vigencia introduce un elemento de incertidumbre para el Asegurado. En el caso de ASEMAS, esta exigencia se eliminó del Condicionado General. Sin embargo, en las condiciones generales de Asemas publicadas en 2011 y 2012, Art. 1.2, se contiene expresamente que las coberturas se circunscriben, exclusivamente, a los supuestos en que la reclamación contra el asegurado tenga lugar dentro del periodo de vigencia de la póliza.
  • La eliminación de las posibilidades de dejar la póliza en suspenso o Cese de Actividad, a que podían optar hasta ahora muchos arquitectos para desligarse progresivamente de la profesión o de Asemas han desaparecido en muchos casos. Nuevamente esta modificación viene a dejar a Asemas sin el pricipal valor de retención. La consecuencia es que ya no se diferencia del mercado por enviar el mensaje a sus mutulistas de que nunca se quedarán sin seguro, ahora sólo se diferencian del mercado en el precio, por lo general más caro en Asemas.
  • Desde 2012 la prima fija y la variable se ponderan en función de la siniestralidad. Se debe tener en cuenta que en un momento de decrecimiento de primas por la falta de obras, mientras que la siniestralidad decrece a ritmo inferior por el diferimiento de las reclamaciones, al coeficiente de siniestralidad o CPP no puede pasarle otra cosa que empeorar.
  • Muchos mutualistas han visto surgir de repente una franquicia que antes no esta, con el consiguiente empeoramiento subsiguiente de los costes de aseguramiento del mutualista. Además el mutualista pasa a ‘coasegurar’ cada siniestro sin tener ninguna posibilidad de decidir qué pleitos librar sin transar de cada reclamación.
  • La aparición de límites anuales restrictivos respecto de la situación anterior es otra de las diferenciasque pueden mencionarse.

Cierto que el presidente de Asemas confiesa que estas condiciones empeoradas para una parte de los mutualistas ha permitido la reducción de primas del denominado por Asemas ‘grupo menos favorecido por el trabajo’, y que ello se debe a la constatada disminución de la siniestralidad durante varios ejercicios.

Este planteamiento abre importantes interrogantes sobre la función de Asemas en tanto que mutualidad. EL principio rector de una mutualidad es el de servir de instrumento para la solidaridad y la ayuda mutua entre los mutualistas. Para tratar de modo diverso a unos mutualistas frente a otros, ya está el mercado libre competente.

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