Asegurada de incendios. Un pedazo de historia de Madrid

Sociedad-de-seguros-mutuos-de-incendios-de-Casas-de-MadridPor todo Madrid puede leerse sobre la puerta principal de muchos edificios del casco antiguo la leyenda ‘asegurada de incendios’. Siempre me he preguntado por qué. Cómo llegó esa leyenda hasta esos dinteles, quién aseguraba aquellos edificios.

Bomberos de Madrid hace una reseña de cuyo hilo hemos tirado para hacer este post.

La aseguradora que a modo de certificado de póliza insertaba esta leyenda era La ANTIGUA SOCIEDAD DE SEGUROS MUTUOS DE INCENDIOS DE CASAS EN MADRID.

El hilo nos ha llevado a la Fundación Mapfre que publica el recibo de póliza que sirve de imagen a este post, y a la Biblioteca Digital de la Comunidad de Madrid, quien alimenta de datos esta seña de identidad de los inmuebles madrileños.

Inacción prudente, falta de preocupación sobre los riesgos, la composición combustible de los edificios, y la escasa capacidad de los bomberos para detener los efectos devastadores de los incendios, fueron la preocupación esencial por la que nació esta compañía de seguros en 1822.

La reunión de unos cuantos propietarios preocupados por compartir riesgos y capacidades para mitigar los efectos de los incendios sobre sus propiedades hizo nacer la Sociedad de seguros mutuos de incendios de Casas de Madrid. El proyecto fue presentado para su aprobación ante el Ayuntamiento de Madrid que lo aprobó el 26 de septiembre de 1822.

La reciprocidad y Mutualidad de capitales e intereses y la protección del ayuntamiento de Madrid son las claves en que se asentaron las bases técnicas del aseguramiento primero de las casas de Madrid.
Su primer reglamento fue aprobado el 10 de noviembre 1822 en la Biblioteca de San Felipe de Madrid, declarando en su exposición de motivos su más genuina expresión de exaltación patriótica y filantrópica.

Nacía así la primera aseguradora de Madrid como la reunión de los propietarios de casas situadas dentro de las murallas de Madrid, donde sus socios eran aseguradores y asegurados proporcionándose garantía mutua, y responsabilidad reciproca, obligando e hipotecando sus fincas a las consecuencias de los incendios e indemnizandose mutuamente a prorrata del capital asegurado.

Su primera Junta General fue el 6 de enero de 1823, en ella se recaudaron unos dos mil duros para hacer frente a las primeras obligaciones. Los asegurados recibían una póliza de seguros, y una tarjeta o azulejo con la inscripción famosa; cuya colocación en la propiedad corría de su cuenta. Esta tarjeta o azulejo debía retirarse cuando dejara de estar asegurada.

El art. 21 de aquel primer reglamento es el antecedente del hoy en día artículo 15 de la ley 50/80 de contrato de seguro, según el cual el asegurado disponía de un plazo de un mes para efectuar el pago de su cuota (prima), siendo en caso contrario demandado.

Producido el incendio el propietario nombraba los técnicos a fin del peritaje de su propiedad, incluyendose un procedimiento de contraste con un tercero en caso de discrepancia a fin de evaluar el valor de la indemnización o coste de reparación de los daños.

D. Manuel María de Goyri fue el precursor de este primer proyecto asegurador tras los fallidos intentos realizados en 1820 por D. Francisco Doufeau y D. Agustín Mahelin.

Hasta la instalación de la sociedad, su sede, el día 30 de noviembre de 1822 las suscripciones se realizaron en la casa de D. Mariano de Monasterio y Zulueta, dando comienzo su actividad con alrededor de 60 socios o asegurados.

Once años más tarde se crearía, tras el éxito de la primera, la Sociedad de seguros mutuos contra incendios de casas extramuros. Su ejemplo fue seguido por Barcelona con la creación de la Sociedad de Seguros Mutuos contra Incendios de Barcelona, en 1836. Cuatro años antes se habían creado otras similares en Sevilla, Valladolid y Burgos. De 1842 es la Asociación de Seguros contra incendios de San Sebastián, y del 1847 la Sociedad de Seguros Mutuos de Casas y Caseríos de Guipúzcoa.

Para saber más recomendamos el trabajo Investigaciones históricas sobre el Seguro español del Instituto de Ciencias del Seguro, trabajo dirigido por Jerònia Pons Pons y María Ángeles Pons Brías (Coordinadoras)

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