La protección clásica es la protección aseguradora. Un club, o un sponsor priman a sus jugadores por obtener un determinado resultado deportivo. La prima supone un elevado estímulo y un elevado coste en caso de alcanzarse el resultado. Esta contingencia se puede asegurar.
Sin embargo a veces, esto no es posible por diversas razones. En estos casos surge una opción no aseguradora, tal es el contrato con una Sport Hedging company o un bookmaker, corredores de apuestas en nuestro idioma.
Es la fórmula alternativa al aseguramiento específica en riesgos deportivos difíciles de colocar en mercados aseguradores por causa de la distancia en tiempo al evento a asegurar, la localización del mercado en que se sitúa el cliente a proteger, u otras razones que convierten el riesgo en difícilmente evaluable por los suscriptores de riesgos aseguradores.
Este tipo de empresas, de larga tradición en el mercado anglosajón, son utilizadas por los bróker de seguros de contingencias como alternativa a la protección aseguradora. A diferencia del pago de una prima, en este caso se paga una apuesta, y a diferencia de una indemnización, en este caso se recibe un premio. La idea principal es la misma, pagar una cantidad de dinero limitada para financiar el acaecimiento de un hecho incierto de consecuencias económicas cuantiosas. En cierto modo opera en sentido contrario al apostante convencional, no para obtener una ventaja sino para contener o disminuir una pérdida.
Un bookmaker o corredor de apuestas actúa tomando apuestas de una gran cantidad de apostantes particulares sobre un resultado deportivo en particular. Toman el riesgo a cambio de una prima o fee, y responden de la obligación de pago ante el cliente emitiendo un contrato que les obliga a pagar al cliente lo pactado. Este contrato está sujeto a las leyes europeas.
En Reino Unido los más famosos son WILLIAM HILL, BET365, PADDYPOWER, BETFRED, LADBROKES, BET VICTOR, entre otros.